Las empresas van a ser supuestamente evaluadas por inspectores municipales que observarán los fallos y deficiencias, aplicándolas multas. Ya en la contrata anterior desapareció de los pliegos la obligación de mantener un nº concreto de puestos de trabajo ya que se las pagará por objetivos independientemente del personal o medios que empleen. Esto que se vende como “moderno y eficaz” además de barato (se aprovechan sinergias dicen) y que, podría pensarse que es una buena idea esconde, como los sepulcros blanqueados la podredumbre en el interior:
-Lo de las “sinergias” se traduce al cristiano como reducción de costes laborales en exclusiva: El mismo día del cambio de contrata se han negado distintas empresas al unísono (¿¡) a subrogar los contratos de al menos 100 compañeros y en la semana anterior se han producido despidos disciplinarios en masa ejecutados sin otro criterio que castigar a los “insumisos” para dejar “limpia” la nueva contrata.
- Es un engaño al ciudadano hacerle creer que con un 50% menos de plantilla que hace 3 años en jardinería, limpieza etc. el servicio no será igual sino mejor. Lo que está pasando es que el aumento del ratio de Has. por trabajador esté disparado y no pare de aumentar, que como nos van a poner un numerito identificativo a quienes van a vigilar los inspectores va a ser a nosotr@s, aumentando la presión hasta niveles de acoso por que seremos l@s que paguemos los platos rotos. El resultado es que en Madrid excepto el escaparate central y Madrid Río (la obra del Faraón digo Gallardón), los barrios populares está muy sucios, con jardines desatendidos e instalaciones desportilladas con zonas en sitios concretos a nivel tercermundista.
- Las contratas tienen10 años de vigencia, es mucho tiempo y el objetivo final, no confesado pero lo sabemos, es unificar también las condiciones laborales de los trabajadores, creando convenios de empresa que laminen más si cabe lo poco que queda denominándonos “operarios de mantenimiento” y haciendo desaparecer nuestro oficio.
- Y el hedor más insoportable viene de saber que esto es un asalto y toma del Ayuntamiento de Madrid por parte de las grandes constructoras de este país dada la extrema ruina económica de aquel: 6800 millones de euros de deuda financiera directa y otros 1500 millones más “camuflada en empresas públicas municipales que ha llevado a la quiebra a alguna de ellas. La prueba es la absoluta dejación de sus deberes de ofrecer servicios de calidad, de garantizar empleo y condiciones laborales adecuadas y del abandono de la ciudad en manos de empresas imputadas en los juzgados por corrupción (gurtel) comisiones ilegales, tráfico de influencias...en fin que les cabe todo.
Es a grandes rasgos y en redacción de urgencia nuestra opinión sobre lo que nos acecha en el lado oscuro.
C. Javier Blanco
Representante sindical CGT Jardinería
Sección sindical Zona 6
